Sigmund Freud tiene 26 años en 1882, Martha Bernays tiene 21 años cuando formalizan su noviazgo. En 1886 se casan con un donativo de las tías de Martha pues Freud no tiene dinero. Durante el noviazgo Freud escribía hasta tres cartas al día a su prometida, y ella a su vez le respondía.
Herr Doktor Freud trata a su novia de: “Mi dulce Marty”, “Mi preciosa amada”, “Mi amada Marty”, “idolatrada Martha”, “mi querida Marty”, “mi encantadora niña”, “mi bella princesa”, ”idolatrada princesa”, “amor mío”, “mi novia bonita y adorada”, “princesa mía”, “mi querida niña”, “Mi querido tesoro”, ETC, ETC...
Entre las cosas que Freud le dice a su amada vale resaltar:
“Estoy dispuesto a dejarme dominar completamente por mi princesa. Uno deja siempre con gusto que le subyugue la persona que ama; si hubiéramos llegado a eso, Marty…”
“…estamos tan íntimamente unidos, me siento tan inefablemente feliz por el hecho de tenerte, y estoy tan seguro de tu interés hacia todo lo mío, que las cosas sólo son importantes para mi cuando tú las compartes”.
“Hasta ahora habías compartido mi tristeza. Comparte hoy conmigo mi alegría, amada mía, y no creas que existe otra cosa sino tú en la médula de mis pensamientos”.
“¡Oh Marty, qué maravilloso sería poder darte todo cuanto se me ocurre y hacerte total y absolutamente mía!”
“La carta llegó cuando apenas había comenzado a escribir mi artículo, y, nada más leerla, me sentí tan satisfecho que mi trabajo progresó a toda velocidad”.
“Antes de conocerte ignoraba la alegría de vivir, y ahora que eres mía “en principio”, la única condición que pongo a la existencia es que me permita tenerte conmigo del todo”.
Por eso me simpatizas papá Freud.
