Creo que antes de entusiasmarte tanto con una idea y dedicarle gran energía debes aterrizarla, y saber antes que nada cuánto te costará hacerla realidad.
De lo contrario es prácticamente estrellarte a toda velocidad contra un muro de contención, y cuando emprendes un negocio necesitas ese entusiasmo, asi que hay que cuidarlo y dosificarlo. Hay que cuidarse de no decepcionarse tanto.
Kenia Díaz, mujer de negocios. *risas*